jueves, 4 de septiembre de 2014

Un paso al frente

Una de las intenciones que teníamos  cuando abrimos este blog de apoyo al Tte. Luis Gonzalo Segura, era la de compartir con todos los que se acercaran por aquí, extractos de ese libro que ha puesto en jaque al ejercito y a nuestro amigo Luis , en un centro disciplinario. Hablamos de Un paso al frente, donde nos desgrana las grandes tropelias que se cometen tras la puerta de los cuarteles y en los despachos de los altos mandos.
Hoy queremos compartir con todos , algunas lineas de Un paso al frente.
Disfruten y difundan.....

"-¿Que tal va todo?- preguntó su padre.
- Esto es increíble , aquí esta todo manga por hombro . Faltan doscientos  materiales inventariados y nadie tienen ni idea de si  se los han llevado las unidades, el personal a su casas o los han robado. En fin, padre, lo de siempre: ¡un desbarajuste!. Pero como nadie se entera de nada,  pues todo es maravilloso aquí. Ya sabes, ¿no?
Mientras mas conocía las entrañas del Ejercito,  mas se adueñaba de él la consternación . Obvió comentarles  que , gracias a la pericia de uno  de los muchos coroneles o generales con una egregia formación , el inhibidor que llevaba los vehículos para evitar ser atacados por artefactos explosivos con radiocontrol no permitía enviar señales a los vehículos de transmisiones. <<A veces son mas peligrosos esos cabrones que los afganos aberronchados>> solía decirles  el capitán  Ernesto Vara.  De este modo, los convoyes  de vehículos que eran atacados a diario,  tenían  que elegir  entre  protegerse  o transmitir. Si apagaban  los equipos de transmisión, viajaban a través  del terror, sordos. Si los activaban , corrían mayor riesgo con los explosivos. Así, trayectos  de dos horas podían durar  catorce  por la desactivación  de explosivos  y las emboscadas que se sufrían.
- Pero , ¿hay peligro?- preguntó preocupado su padre.
- En absoluto.
(...)
El convoy se encontraba  en mitad  de un desierto compuesto  por montañas de arena y rocas. Enormes , innumerables  e inhóspitas montañas. La vida se encerraba en los valles mas sombríos y el agua  en las profundidades de la tierra. Las casas  tenían que ser de arena, como no, la mayoría  era de adobe , de una sola planta, con los marcos de las ventanas de madera. La primera imagen que vieron  fue un  comercio   o taller  donde se cosían telas. En el había tres niños trabajando  en mesas, sobre cada una de las cuales había una maquina de coser. El suelo de la casa era ni mas ni menos que el propio desierto. "


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